Bienaventuranzas de los ancianos

MEDITACIONES CON DIOS PARA ADULTOS MAYORES abuelas

Bienaventuranzas de los que rodean a los ancianos.

BIENAVENTURANZAS… DE LOS QUE RODEAN A LOS ANCIANOS

 

        Bienaventurados los que entienden mi paso vacilante y mi temblorosa mano.

        Bienaventurados los que tienen en cuenta que ya mis oídos tienen que esforzarse para captar las cosas que otros hablan.

        Bienaventurados los que se dan cuenta de que ya mis ojos están nublados y mis reacciones son lentas.

        Bienaventurados los que desvían la mirada con caridad cuando derramos algo sobre la mesa.

        Bienaventurados los que con una sonrisa alegre me conceden un rato para charlar de cosas sin importancia.

        Bienaventurados los que nunca dicen: “ya ha contado eso dos veces…”

        Bienaventurados los que saben arreglarse para traer a la conversación y a la memoria cosas de tiempo pasado.

        Bienaventurados los que comprenden que me cuesta mucho encontrar la fortaleza para llevar mi cruz.

        Bienaventurados los que me facilitan el paso a los brazos del Padre, con amabilidad y buenas maneras.

        Bienaventurados los que me acompañan, con paciencia y caridad fraterna; para ayudarme a envejecer con alegría y gratitud.

Autor desconocido


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